Los Illuminati: Origen

Johann Adam Weishaupt proveniente de una familia judía nació en Ingolstadt, Baviera el 6 de febrero de 1748, era una persona con una mente brillante, fue educado por los jesuitas, el grupo más poderoso de la época. Estudiaba derecho, economía, política, historia y corrientes ocultas como el gnosticismo. En 1773, el padrino de Weishaupt usó su gran influencia en la Universidad de Ingolstadt para colocar a su ahijado como catedrático de derecho canónico. En ese momento, la institución estaba bajo un pesado dominio jesuita y esa posición era particularmente ocupada por los jesuitas influyentes. El Abrazo creciente de Weishaupt a las filosofías de la Ilustración lo enfrentó con los jesuitas y se produjo un drama político. A pesar de ello, Weishaupt aprendido mucho de organización de los jesuitas y sus métodos subversivos para obtener poder. Es durante ese tiempo, la idea de crear una sociedad secreta comenzó a entrar en los pensamientos de Weishaupt.

Diversos escritores argumentan que en el año de 1771 conoció a un mercader danés llamado Franz Kolmer, quien lo introdujo en las prácticas de la antigua religión de misterio de Egipto y las doctrinas antirreligiosas de los maniqueos, lo que provoco en la mente de Weishaupt un espíritu anarquista y poco tolerante para con la religión, se convertiría también en un experto en los misterios ocultos y en hermetismo. Reconoció el poder de atracción de este conocimiento misterioso y comprendió que las logias masónicas sería el lugar ideal para propagar sus puntos de vista. Por lo tanto, trató de convertirse en un masón, pero se desencantó rápidamente con la idea. Weishaupt pronto se dio cuenta de que, para lograr sus objetivos, sería necesario crear su propia sociedad secreta, que comprendiera las escuelas de sabiduría, oculto a la mirada del mundo detrás de los muros de aislamiento y misterio que estuviera compuesta por individuos poderosos que se abrazan sus puntos de vista y le ayudaran a propagarla.

El 1ro de Mayo de 1776 en Baviera, Alemania fundo La Orden de los Iluminados en una fecha de gran importancia para satanistas y ocultistas (Illuminatenorden en el original alemán, compuesto de Illuminaten, derivado del latín illuminati, 'iluminados', y Orden) comenzó humildemente con sólo cinco miembros, pero después de algunos años y con poderosas conexiones, la Orden se convirtió en una fuerza política importante en todo el mundo. Decisores influyentes, industriales ricos, nobles poderosos y misteriosos ocultistas se unieron a la Orden y participó en sus objetivos conspirativos. Algunos historiadores afirman que el aumento rápido del éxito la Orden se debió a una reunión secreta entre Weishaupt y un misterioso personaje llamado Cagliostro, el ocultista más poderoso de la época. El objetivo de la organización de Weishaupt era simple y a la vez monumental: derrocar todas las instituciones de gobierno (principalmente a las monarquías) e instituciones religiosas (principalmente el cristianismo).

Los Illuminati de Baviera estaba compuesto originalmente de tres grados principales: Novicio, Minerval y Minerval iluminado. Cada grado se diseñó para lograr objetivos particulares asegurando al mismo tiempo un control completo y el dominio hasta el vértice de la pirámide. He aquí un breve vistazo a cada grado.

Novicio: De nivel de entrada los miembros fueron atraídos e introducidos en la Orden usando un vocabulario atractivo (la búsqueda de la sabiduría y de mejoramiento) y el saber oculto. Se introdujeron sin embargo a una altamente monitoreada y controlada jerarquía, una que se parecía al sistema de los jesuitas.

Una vez inscrito, la instrucción de cada Novicio era estar en las manos de su iniciador, que mantenían escondidas de su alumno la identidad del resto de sus superiores. Los fines particulares buscados en el noviciado eran mejorar y perfeccionar su carácter moral, ampliar sus principios de humanidad y sociabilidad, y así después de un noviciado presumiblemente dos años de duración, el camino estaba abierto para su promoción al grado superior inmediato, siempre y cuando demostraran a sus superiores ser dignos de avanzar.

Minerval: Los iniciados llevaban alrededor del cuello este colgante, contaba con el mochuelo de Minerva. También conocido como el mochuelo de la sabiduría.

El segundo grado de los Illuminati fue uno de adoctrinamiento, a los iniciados se les daba una conferencia sobre los principios espirituales de la Orden, pero tenían poca información sobre los verdaderos objetivos de Weishaupt y su círculo cercano de administradores. La ceremonia de iniciación a través del cual el usuario novicio pasa al grado Minerval, se espera desengañar a la mente del candidato de cualquier sospecha persistente de que la orden tenía como objetivo supremo la subyugación de los ricos y poderosos, o el derrocamiento de la sociedad civil y el gobierno eclesiástico. Asimismo, se comprometía el candidato a ser útil a la humanidad, a mantener un silencio eterno, una fidelidad inviolable, y una obediencia implícita con respecto a todos los superiores y a las reglas de la orden; Y sacrificar todos los intereses personales a los de la sociedad. Minerval les permitía conocer a algunos de sus superiores (Minervales iluminados) y entablar conversaciones con ellos. Este privilegio sólo fue una gran fuente de motivación para los nuevos iniciados.

Minerval Iluminado: Seleccionados de entre los Minerval, al Iluminado Minerval se les asignaban tareas específicas para llevar a cabo con el fin de prepararlos para actuar en el "mundo real". La mayor parte de su trabajo consistía en el estudio del hombre y la perfección de los métodos para dirigirlo. A cada Minerval iluminado se le encomendó a un grupo pequeño de Minervales que eran examinados, analizados y conducidos hacia direcciones específicas. Al grado de Minerval Iluminado fueron admitidos aquellos Minervales que a juicio de sus superiores eran dignos de ascenso. Elaboraban ceremonias iniciáticas fijadas en la mente del candidato en que las nociones de la purificación progresiva de su vida eran de esperar, y se abrían paso hacia arriba en la orden, y que el arte del dominio de los hombres que dirigían iba a ser su persecución especial. Para lograr esto último, es decir, para convertirse en un psicólogo experto y director de conciencias de los hombres, se debía observar y estudiar constantemente las acciones, propósitos, deseos, defectos y virtudes del pequeño grupo de Minervales que se encontraban bajo su atención y dirección personal. Además de su continua presencia en las asambleas de los Minervales, los miembros de este grado se reunían una vez al mes para escuchar los informes con relación a sus discípulos, para discutir métodos para lograr los mejores resultados en su labor de dirección y para solicitarse consejos entre ellos.

A partir de esta estructura básica, los Illuminati comenzaron su expansión. Todo estaba en lugar para Weishaupt para lograr un objetivo importante: La infiltración de la masonería.

Weishaupt se unió a la logia masónica de Teodoro del Buen Consejo en Múnich. No sólo logro con éxito propagar sus puntos de vista, también logró que la logia fuera prácticamente absorbida por la orden iluminista. Con esta nueva distribución, que se detallará más adelante, consiguieron los Iluminados reclutar a muchos masones. Una alianza definitiva entre los Illuminati y la masonería se hizo posible en 1780 cuando una figura prominente en el nombre del barón Adolf Franz Friedrich Knigge se inició en la Orden de Weishaupt. En 1782 Freiherr le proporcionó a la orden una estructura paramasónica, con Weishaupt y Knigge entre otros como directores. Conexiones masónicas del diplomático alemán y habilidades de organización fueron inmediatamente puestas en uso por la Orden. Knigge pasaría a realizar dos tareas importantes para los Illuminati: Revisó las jerarquías de la Orden, creó nuevas categorías superiores y permitió la plena integración de las logias masónicas en el sistema, también los grados más altos largamente buscados fueron elaborados. La influencia de Knigge sobre la Orden fue profunda e inmediata.

El nuevo sistema atrajo masones y otras figuras poderosas, que le dieron un impulso. Este es el sistema de 13 grados ideado por Knigge:

Knigge había mantenido los grados originales de la Orden sin tocar, pero agregó nuevos grados por encima de ellos El segundo nivel de los Illuminati incorporaba los grados de la masonería que hacían a esta fraternidad simplemente parte de la superestructura iluminista.Los más altos grados de la Orden se limitaban a unos pocos individuos selectos de gran alcance e incluían a figuras influyentes. El grado de Prince tenía dentro de sus filas a inspectores nacionales, provinciales, prefectos y decanos de los sacerdotes. En la parte

superior de la pirámide estaban los reyes magos, compuestos por los jefes supremos de la Orden, sus identidades fueron guardadas en forma segura y aún son difíciles de confirmar el día de hoy.

La estrategia de Knigge dio resultados impresionantes y permitió a los Illuminati convertirse en un movimiento muy poderoso, el nuevo método de propagación del iluminismo a través de la afiliación a logias masónicas rápidamente demostró su valía. Debido en gran parte a la estrategia de buscar sus reclutas entre los oficiales y otros personajes influyentes en las logias de la masonería, los estudiantes, comerciantes, médicos, farmacéuticos, abogados, jueces, profesores de gimnasios y universidades, preceptores, funcionarios civiles, pastores, sacerdotes - todos fueron representados generosamente entre los nuevos reclutas. Los nombres distinguidos no tardaron en aparecer en las listas del nuevo sistema. Duque Fernando de Brunswick, el duque Ernst de Gotha, Duque Karl August de Sajonia-Weimar, el príncipe Augusto de Sajonia-Gotha, el príncipe Cari de Hesse, el barón Dalberg, el filósofo Herder, el poeta Goethe, pedagogo Pestalozzi el, se encontraban entre el número de matriculados, a finales de 1784 los líderes se jactaban de una matrícula total de entre dos y tres mil miembros.

Weishaupt, sin embargo, no disfrutó el éxito de su Orden por mucho tiempo. Las sospechas de conspiración Illuminati contra los gobiernos e instituciones religiosas surgieron en toda Europa, veían una amenaza creíble en contra de su poder. Hubo graves discrepancias entre Weishaupt y Knigge hasta el punto de que la orden amenazaba con disolverse, en medio de todo esto, algunos miembros fueron directamente a las autoridades y testificaron en contra de la Orden, una oportunidad que no perdió el gobierno bávaro. Durante las disputas internas las asociaciones secretas habían atraído sobre sí la atención de las autoridades bávaras. Eran el blanco de sospechas de asesinatos afines a la ilustración, que pretendían alterar el orden tradicional, infiltrándose entre los funcionarios públicos para alcanzar un «Estado iluminista». Consecuentemente el 22 de junio de 1784 el príncipe elector Karl Theodor prohibió todas las «comunidades, sociedades y fraternidades» fundadas sin su aprobación señorial.

El dos de marzo de 1785, bajo presión de Peter Frank, canciller barón de Kreittmayr, el barón rosacruciano de Tórring y otros cortesanos, se promulgó un edicto adicional, que esta vez prohibía a los Iluminados y a los Francmasones llamándolos por su nombre y considerándolos altos traidores y enemigos de la religión. Mediante registros domiciliarios se confiscaron varios papeles de la orden que aportaron indicios sobre la radicalidad de sus propósitos. Documentos encontrados en un mensajero difunto que cayó muerto por un rayo informaron sobre el nombre de un miembro. Ese mismo año el papa Pío VI aclaró en dos cartas al obispo de Freising (18 de julio y 12 de noviembre), que la adhesión a la orden era incompatible con la fe católica.

A consecuencia de las prohibiciones de 1784-1785 se produjeron las persecuciones de miembros. Se llegó a registros domiciliarios y confiscaciones, algunos consejeros y oficiales perdieron el puesto, algunos miembros fueron desterrados, pero nadie resultó encarcelado. El mismo Weishaupt cuyo papel fundador se desconocía al principio, resultó sospechoso, pero sólo huyó cuando tuvo que admitir la fe católica, primero a la ciudad imperial libre Ratisbona y en 1787 otra vez a Gotha. El 16 de agosto de 1787 se promulgó un tercer y más estricto edicto de prohibición bajo pena de muerte, del reclutamiento de miembros para Masones e Iluminados.

Weishaupt recibió la ayuda del duque Ernesto II de Sajonia-Gotha-Altenburg (1745-1804), y vivió en Gotha escribiendo una serie de obras sobre el iluminismo, incluyendo una historia completa de las persecuciones de los Illuminati en Baviera (1785), una imagen de las Luces (1786), una disculpa para los Illuminati (1786), y un sistema mejorado de las Luces (1787). Adam Weishaupt murió en Gotha, el 18 de noviembre de 1830. En 1788, a través del uso de la legislación agresiva y cargos criminales, los Illuminati de Baviera fueron disipados y destruidos aparentemente por el gobierno. Mientras que algunos ven aquí la conclusión de la historia de los Illuminati, no hay que olvidar que los tentáculos del Iluminismo tuvieron tiempo para propagarse más allá de límites de Baviera para llegar a logias masónicas en toda Europa. Los Illuminati nunca fueron destruidos, sino que simplemente pasaron a la clandestinidad. Un año más tarde, un evento importante demostraría que el Iluminismo era más vivo y potente que nunca: La Revolución Francesa.

El derrocamiento violento de la monarquía francesa en 1789, simboliza para muchos la victoria del jacobinismo y el Iluminismo sobre las instituciones tradicionales de la época. La adopción de la Declaración de los Derechos Humanos oficialmente registra valores masónicos e iluministas en el núcleo del gobierno francés. El nuevo lema del país "Liberté, Egalité et Fraternité" (Libertad, Igualdad y Fraternidad) ha sido un famoso dicho masónico usado en las logias francesas durante siglos. Si bien los Illuminati bávaros se decía que habían muerto, las ideas que promovieron se hicieron realidad. Los masones seguían prosperando, y los Illuminati parecían estar viviendo a través de ellos. Europa experimentaba una agitación profunda mientras una nueva clase de personas tomaron el timón de poder. Los críticos comenzaron a surgir, revelando a las masas las fuerzas secretas detrás de los cambios que estaban presenciando.

Leopold Hoffman, un masón que estaba convencido de que los Illuminati habían corrompido su fraternidad, publicó una serie de artículos en su periódico titulado Wiener Zeitschrift. Afirmaba que los grados más bajos de los Illuminati se habían disuelto, pero los grados más altos seguían activos. Asimismo, añadió que la masonería estaba siendo "subyugada por Iluminismo" y transformada para servir a sus fines. También afirmó que la Revolución Francesa fue el resultado de años de propaganda iluminista. En 1797, John Robinson, un médico escocés matemático e inventor (inventó la sirena) publicó un libro titulado "Pruebas de una Conspiración contra todas las religiones y los gobiernos de Europa, llevada en las reuniones secretas de los masones e Illuminati.

Barril Augustin, un sacerdote jesuita francés también publicó en 1797 un libro que une la Revolución Francesa con los Illuminati de Baviera, también dio detalles relativos a la toma de posesión iluminista de la masonería. Barruel denunció que no sólo el orden inferior de la masonería fueron engañados por Weishaupt, sino también los propios illuminati de Weishaupt, quien había proporcionado otro nivel de alto secreto de dirección conocido como el Aeopagus, un círculo retirado de directores de todo el orden , los únicos que conocía sus objetivos secretos .

Para Barruel, estos líderes revolucionarios como La Rochefoucauld, Lafayette, y el duque de Orleáns, se había convertido en agentes de los Illuminati y los incautos de radicales más extremos, como Danton, provocadores que desataron la rebelión dirigida por los Illuminati. Para Barruel todo el establecimiento masónico francés se había convertido a las ideas revolucionarias de Weishaupt, sus logias se convirtieron en comités secretos que planeaban derramamiento de sangre.

En 1786, Ernst August von Góchhausen en su libro "Revelaciones sobre el sistema político cosmopolita", denunció una conspiración masónica-Iluminados de Baviera-jesuita y predijo "inevitables revoluciones mundiales"3 tres años antes de la revolución francesa. En 1789, Jean-Pierre-Louis de Luchet, marqués de la Roche du Maine, publico su ensayo Essai sur la Secte des Illuminés donde denuncia los dirigentes de los Illuminados de Baviera controlando el espacio masónico europeo y francés.

Weishaupt entre 1773 y 1775 viajó a Francia, en donde conoció y desarrollo amistad con María José Marqués de La Fayette (1757 — 1834) y Maximilien Robespierre (1758 — 1794).

Maximilien Robespierre fue uno de los más prominentes líderes de la Revolución francesa, diputado, presidente por dos veces de la Convención Nacional, miembro del Comité de Salvación Pública, entidad esta última que gobernó de facto durante el periodo revolucionario conocido como el Terror, y líder indiscutible de la facción más radical de los jacobinos.

Marqués de La Fayette fue un militar y político francés. La Fayette fue general en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos de la que es considerado uno de los héroes. Personaje influyente de la Revolución francesa hasta 1792, fue miembro de la Asamblea Nacional, general del ejército revolucionario y comandante de la Guardia Nacional de París.

La mayoría los ideólogos, directores y dirigentes políticos de la Revolución francesa, fueron francmasones: desde los teóricos propagandistas como Montesquieu, Rousseau, D'Alambert, Yoltaire y Condorcet, hasta los activistas más prominentes de la Revolución, del Terror, el Directorio y el bonapartismo como el conde de Mirabeau, los revolucionarios Saint-Just, Camille Desmoulins, Danton, Hébert, Jean Paul Marat, Robespierre, Felipe de Orleans, Fouché, Emmanuel-Joseph Sieyés, Francois Babeuf , Rouget de L'Isle, , y hasta el mismo Napoleón. El famoso Conde de Cagliostro, que participó en las tramas del proceso revolucionario francés, creó la masonería egipcia y también recibió la iniciación en las logias de Weishaupt.